jueves, 23 de octubre de 2014

Sueños Joviales

Te miro a lo lejos y me hago la desentendida sólo por el miedo a caer como caigo siempre, pero en mi mente me lleno de caricias, y sonrisas que el viento y el sol hacen más cálidas.
Sospecho que me miras, que me dedicas canciones que no son de tu preferencia, que las pesadeces son para diferenciarte del resto y que mi cuerpo, pese a que lo tengo abandonado, de alguna forma, te resulta atractivo.
Sólo una vez tu barba me hizo sentir tuya, sólo una vez, que en mi cabeza se repite como un sueño constante, donde tus besos de fantasía son insuperables. Muchas veces sí jugaste con mi pelo y me sentí tan protegida que no entiendo qué significa en realidad, porque cuando despierto eres el que está ahí, distante y el que nunca me va a admirar desde esa lejanía. Como si esperaras algo de mi.

Sueño con colgarme de tu cuello jugueteando con esos pelos finitos que nacen en tu nuca, mientras te aprieto fuerte con mis muslos el torso para que no me sueltes, sueño con peleas de las feas que terminan en mañas pero que en verdad no destruyen nada, sueño con el campo, las nubes y lentes de sol, sueño con un cielo tan grande, en el que cabemos sólo los dos. Y la noche, como mágica cortina, que transforma la ternura en pasión.

Resulta agotador soñar tantas cosas cuando lo único que quiero es sentirlas, resulta agotador el hecho de apenas admitirlas, sofocándome en emociones, quemándome por dentro, mientras que, cuando te encuentro, mi boca se seca, mi lengua se enreda y no fluyen los pensamientos, sólo por temor a destruir los constructos de mis fantasías y que mi explosión de sentimientos te abrume y anule cualquier posibilidad.

Pero tengo fe en que algo va a pasar, algo que corte el hilo del pudor y la falsa indiferencia, algo que me empuje a no violentarte si no a quererte como a nadie, sin miedo al eventual rechazo, que si bien ocurre, al menos lo habré intentado.
 

viernes, 10 de enero de 2014

Verano; tedioso.

Me levanto arrastrada por el calor a horas que no me gustan. Es como caerme de la cama por el dolor de cabeza, pero mi cuerpo no se golpea, apenas se mueve y murmura frases de tedio y de desgano. Si ni tranquila puedo abrazar mi almohada, porque mi calor me asfixia.
Cuando por fin logro salir de las sabanas, no tengo ganas de ducharme, no tengo ganas de ejercitarme, ni de leer ni pintar ni escribir ni cantar. Tengo ganas de comer, de comer y dormir, y ver tele. Parezco un zombie, un zombie de verano, porque el calor me mata y me remata como círculo vicioso, y así estoy... Todo el día.
No quiero ver a nadie y a la vez no me gusta no tener planes. Verano, acábate.
Si se acaba este calor tedioso, significa que he vuelto a la vida de estar ocupada con cosas que no me matan. Me gusta estar ocupada, ocupadísima, pero me gusta hacerlo con cosas que me llenan.
También quiero historias, encerrada comiendo, durmiendo y viendo tele, solo veo historias que no son la mía y sueño historias que sé que nunca serán verdad. Verano, te odio.
Verano, en mi mente te termino, te dejo ser un rato, y después te remato. Ya te daré historias, cuando venza tu tedio y el mío.