viernes, 2 de enero de 2009

Donde todo comienza otra vez


Nuevo año, gritos en el silencio, cansancio y mirarse en el espejo, mojarse la cara sólo para refrescarse un poco. El calor absorvente, buscando ropa fresca en el cajón, la olorozo y siento el perfume del detergente, aún está fresca y colmada de ese olor que penetra mi nariz. En otros rumbos busco algo de tomar pero al sumergir mi cabeza en el refrigerador, nada, vacío, frustración, no veo formas de saciar mi sed si no con el agua de la llave; no hay hielo, me sofoco y solo un ventilador pequeño. Estas cuatro paredes me encierran en pensamientos tan difusos y difíciles de seguir, mi cabeza no retiene las ideas, el calor deja que se fuguen mis palabras que vibran en un torbellino de aire tibio, que calor, que calor...desnudos mis pies que caminan sobre baldozas, buscando algo de frío imagino la playa, las olas y ese mar helado...al rato estoi en la tina imaginando mil historias, ya no hay calor solo las sombras, la tarde fresca que se asoma y cubre todo con su cortina, la noche llega y se aproximan, brisas, refrescando mi cama, puedo dormir en paz solo hasta mañana...